Hace un par de semanas empezamos esta serie de posts sobre los cuidados cosméticos básicos para hombres. Tras el limpiador facial y el exfoliante, hoy comentaremos la hidratación de la piel. Una necesidad que tienen todos los tipos de piel, no hay excepción.
Para empezar, un 60% del peso corporal de un hombre es agua (las mujeres, algo menos). Esta sencilla molécula lo inunda todo, es necesaria para multitud de funciones del organismo. ¿Dónde está repartida toda ese agua? Aproximadamente 2/3 del agua está en las células, el resto se concentra en el espacio intercelular y en el plasma sanguíneo.
Si hablamos de calidad de piel, podéis imaginar la importancia del agua para las células cutáneas, sus funciones y los pasillos que las unen: el espacio intersticial.
La imagen de un terreno seco es un poco bruta pero muy gráfica. Cuando a nuestra piel le falta hidratación, se cuartea, pierde forma, la conexión entre las células se debilita, cumplen cada vez peor sus funciones vitales. Una piel con sequedad profunda se ve apagada, los poros abiertos, con las arrugas de deshidratación la piel seja de ser lisa.
Cómo hidratar la piel
¡Manos a la obra! Hay que mantener el nivel de hidratación óptima de la piel. El agua que produce el organismo no es suficiente, por eso los expertos de distintas disciplinas insisten en que debemos beber agua. Ingerir agua mineral a sorbos durante el día es vital para la piel. Por supuesto también cumplen esa función las frutas, los zumos naturales, verduras, leche. Es la hidratación vía oral.
La cosmética es la segunda arma de hidratación de la piel: fluidos, serums, mascarillas, aceites. Los distintos ingredientes de las fórmulas cosméticas tienen propiedades hidratantes, antideshidratantes, precursoras del ácido hialurónico, aporte de NMF (Natural Moisturizing Factor), estimuladores de la fabricación de fibras, etc. Hablamos de hidratación vía tópica.
Combinando la ingesta de agua y aplicando cosmética hidratante, nuestra piel mantiene ese nivel óptimo de hidratación que tanto necesita, un porcentaje por debajo del cual pierde calidad y se debilita. El tercer punto a tener en cuenta son los agentes externos que la estropean aunque bebas 2 litros de agua al día y tengas un arsenal de tarros y tubos en el neceser: frío, viento, calefacción y aire acondicionado, polución, sol. Pero es tema para otro post.
Hidratación superficial, hidratación profunda
Hace sólo un par de días estuve hablando de los tres niveles de hidratación que se pueden llegar a conseguir con un producto cosmético. Que la acción hidratante quede en las capas más superficiales de la piel o penetre en capas más profundas depende de los ingredientes activos de la fórmula.
Algunos llegan a la capa córnea, la que está en contacto con el exterior. Es evidente el por qué hay que cuidar su nivel de hidratación: confort, sensación de tirantez, protección, refuerzo de la piel. Puede ir más allá, algunos componentes logran entrar en la epidermis hasta la zona de la capa basal.
Es perfecto que las células de estas capas más interiores reciban y/o mantengan la hidratación. Son células vivas, con núcleo activo, están trabajando para cumplir su función. Recordad que es en las células y en el espacio intersticial donde se concentra gran parte del agua del cuerpo. Si escasea, no funcionan como deberían.
El último nivel es a nivel de dermis, el inicio de las capas profundas de la piel. Para encontrar un cosmético contenga ingredientes que actuen a favor de la hidratación cutánea a ese nivel hay que buscar en cosmética tecnológicamente avanzada. Fijaos que muchos de nuestros tratamientos hidratantes muestran el típico asterisco: * en capas superficiales de la piel.
En los hombres existen factores importantes específicos a tener en cuenta en cuanto a hidratación. Os expliqué la importancia del grosor de la capa córnea y del afeitado, una agresión que también causa deshidratación si no se le procuran los cuidados necesarios.
El problema más común entre los hombres es la propia naturaleza de su piel. Al tener tendencia a piel grasa, muchos hombres no sienten la necesidad de aplicarse un cosmético, no existe sensación de tirantez hasta que la deshidratación es profunda. No caigas en ese error de novato: cuídala.
Fotos | hotblack, alvimann, ppdigital
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